Descubriendo productos: Todo sobre la soja texturizada.
Cada día la soja texturizada es incorporada en más hogares Españoles debido en parte a la curiosidad del consumidor, pero sobretodo debido a su facilidad de uso y a su creciente comercialización en supermercados.
También influye la cada vez mayor concienciación de las personas en cuanto a la reducción del consumo de proteína animal en pro de los animales y/o el medio ambiente; ya sea en una alimentación 100% vegetal (vegana), parcial (vegetariana)o alimentación omnívora en la que se quiera aumentar el consumo de proteínas vegetales.
Este tipo de productos nos hacen la vida más sencilla y variada.
Hoy en día tenemos la suerte de que cada vez encontramos más productos que siendo de origen 100% vegetal, cubren nuestras necesidades proteicas diarias sin tener que recurrir a la carne o el pescado, como serían el tofu, la pasta de legumbres, la soja texturizada, el tempeh…
Pero hoy nos centraremos solo en la soja texturizada, para aclarar conceptos, aprender a cocinarla y que pierdas el miedo a incorporarla en tu dieta.
Comencemos por el principio. ¿Qué es la soja texturizada?
La soja texturizada es un producto obtenido de una variedad específica de legumbre: las habas de soja.
Para elaborarla, se extrae el aceite de la soja (para su posterior comercialización) y se obtiene un producto seco que al molerlo da como resultado la harina de soja desgrasada.
Esta harina de soja pasa por un proceso de extrusión, que es una técnica muy sencilla que consiste en hacer pasar el producto por orificios de diferentes tamaños.
Los alimentos se someten a altas temperaturas durante un corto espacio de tiempo, lo que permite transformar las texturas y apariencia de éstos.
Al ser un producto seco, su conservación es muy larga, sin necesidad de frío, por lo que es una opción estupenda para tener en el armario y consumir sin planificación anterior.
Tipos de soja texturizada
Pese a que cada vez existen más variedades en el tamaño y textura, la más habitual que encontraremos en nuestro supermercado es la soja texturizada gruesa.
Una vez preparada, tiene mucha similitud en apariencia a la carne picada.
Dependiendo de la receta que queramos elaborar, usaremos una u otra (para rellenar unos canelones podemos usar la fina, o la de mayor tamaño para incorporar en guisos o hacer a la plancha tipo filetes).
Valoración nutricional
Como veis, es un producto de alto contenido en proteína vegetal, pudiendo sustituir la proteína animal (que no la vitamina b12, ¡ojo!) ya que su contenido en proteínas es del 50% de su peso aprox*.
Baja en grasas y con una cantidad muy considerable de fibra, por lo que puede producir gases tras su digestión (no olvidemos que es una legumbre).
*Cada marca puede variar ligeramente su composición nutricional.
Una ración de soja texturizada para incluir en una comida o cena podría variar entre 25-40g (peso en crudo)para que tengáis una orientación inicial, ya que cada persona tiene unos requerimientos de nutrientes diferentes.
¿Dónde comprarla?
A día de hoy, puede conseguirse en muchos establecimientos donde han sacado su propia marca blanca como Mercadona, Carrefour, Eroski… en la zona de legumbres y/o productos dietéticos/ecológicos.
Habitualmente venden la variedad gruesa.
Además, en el pasillo de productos ecológicos del supermercado, tiendas especializadas y pequeños comercios de productos a granel podéis encontrar muchas más variedades.
¿Cómo la cocino?
Podéis guardaros la siguiente infografía que elaboré yo misma para utilizarla en mis consultas y ayudar a mis pacientes, ya que es muy sencilla de seguir y los resultados son buenísimos.
Os dejo algunas ideas de recetas que voy publicando en instagram:
-Guiso de filetes de soja con verduras
–Chili vegano (video-receta en historias destacadas)
Y hasta aquí la publicación de hoy; espero que os haya gustado y sea de utilidad.
Ya solo queda que os animéis a probarla, que compartáis la publicación con quien pueda interesarle y me sigáis si queréis en redes sociales (instagram o facebook) para tener más ideas de combinaciones saludables y ricas.
¡Nos leemos en la próxima publicación! 🙂